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Pandemia, plaga

  • Foto del escritor: radiovozapostolica
    radiovozapostolica
  • 24 jul 2020
  • 2 Min. de lectura

Un solo microorganismo paró al mundo en el 2020. Así leerán los libros de historia en unos años. Habrá quienes no crean que la magnitud de este problema fue tan grande, puede que piensen que en el 2020 éramos primitivos y que no supimos abordar efectivamente la enfermedad, puede que piensen que fue propaganda. Nosotros sabemos que el coronavirus es real.



Coronavirus COVID-19

¿Qué va a suceder luego que todo esto pase? Ya tenemos a quienes han dejado a la religión antigua de lado y han jurado que solo creerán en la ciencia. En el sofisticado humano del siglo XXI. Ya hay quienes se han burlado de los que creen en Dios, llamándoles simplistas, tontos. Me recuerdan a los egipcios.

Éxodo 7:10-12 Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra.  Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos. Sabios, Hechiceros, Magos son algunos nombres que las escrituras le dan a aquellos entendidos en las ciencias. Lo que ahora llamamos: científicos. Hay que recordar que la Biblia fue escrita y finalizada antes que todas nuestras definiciones modernas, por eso no encontraremos el nombre científico entre sus páginas. ¡Hubo plagas! ¿Qué hizo entonces el hombre? Confiar que el hombre podía solucionarlas, avocarse a los científicos de la época… el resultado: muerte. Jeremías 17:5-6 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.

Eso hemos hecho con nuestra pandemia del siglo 21. En vez de hincarnos y orarle al Dios creador del universo, le hemos pedido a nuestros sabios, magos y hechiceros, para que podamos salir de esta sin ayuda. Quejándonos de “que, si hubiera un Dios, este nos ha abandonado, nos ha desamparado o no quiere ayudarnos” Todo lo contrario: Las plagas de Egipto, así como el Coronavirus son una oportunidad única. Es Dios interviniendo en el panorama mundial, cambiando la historia, modificando nuestro rumbo de manera global al unísono, sonando su alerta: El día grande y terrible de Jehová se acerca y hay muchos que no están del lado correcto de la historia. El fin del mundo se acerca y sin Cristo en tu corazón, estas constituido enemigo de Dios y sufrirás su ira. El Coronavirus nos da una oportunidad única: que tomemos la decisión correcta de poner nuestra confianza en Jehová. No podemos hacer nada, sin embargo, lo mejor que podemos hacer es cambiar nuestro corazón y cambiar la confianza en el hombre, por la confianza en Dios.

Jeremías 17:7-8 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
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