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Orden, modestia, y decoro.

  • Foto del escritor: radiovozapostolica
    radiovozapostolica
  • 24 jul 2020
  • 2 Min. de lectura

Modelajes, “fashion shows”, vitrinas, modas, maquillajes, estilos, diseñadores, couture… Palabras que de manera corta describen el vestir de hoy en día. Cada vez la ropa es más cara y la cantidad de tela en las prendas de vestir, menor. Antes la ropa estaba hecha común propósito: Cubrir la desnudez. Hoy, toda la ropa está hecha con un propósito diferente… la sensualidad. Nuestra idea de ropa y nuestra percepción de pudor han cambiado drásticamente… todo bajo el estandarte del vanguardismo y el progreso.  Nuestro adelanto (por lo menos en este ámbito) no es muy significativo. En el tiempo que la carta fue escrita a los Corintios; la situación era muy similar, las mujeres corintias se vestían excediendo los límites del decoro.


Qué nos ha traído esto? Que nuestros jóvenes y adultos vivan una vida de estilo y glamour superficial. No solo sucede con la ropa de los más grandes… también podemos ver el estilo de la ropa de los niños… minifaldas, blusas con escote… tacones! Desde pequeños se nos está enseñando a vestir como el mundo quiere que vistamos. Dondequiera que vayas, tu ropa te define; si vistes bien, te tratarán bien, si vistes mal… No debemos sorprendernos que el mundo lo haga. Su lema siempre será: “cuanto tienes, cuanto vales” El problema es cuando la iglesia importa ese tipo de mentalidad y la practica. Por favor no me malentiendas, no trato de decir que todos debemos usar sweaters grises y pantalones deportivos 1 talla mayor que la nuestra. Simplemente debemos vestirnos de manera decorosa. Tampoco me uno a aquellos quienes prohíben el uso de pantalones a la mujer en la iglesia. El punto es que la Biblia en Corintios nos enseña un principio sencillo acerca de nuestro vestir, de nuestro arreglo personal.

1 Corintios 11:4-7 “Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.  Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.  Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra.  Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón”.

Fíjate, que todo se trata de la actitud de tu corazón y de tu madurez en el evangelio.  Si tu no le “ves” nada de malo en vestirte provocativa o indecente mente… entonces tampoco le verás nada malo a embriagarte, fumar o tener varias “esposas”. No se trata de nuestra percepción de las cosas ni de la percepción social del orden familiar; sino del orden establecido por Dios en su Palabra. 



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